viernes, 12 de diciembre de 2008

JUEGOS PARA APRENDER A LEER

Antes de aprender a leer, un niño debe conocer cómo suenan las palabras. Con el aprendizaje de la lectura y escritura, va a conocer también cómo se representan gráficamente esas palabras.

Para poder realizar con éxito ese proceso, un niño debe ser capaz de manipular los sonidos del lenguaje (palabras, sílabas y fonemas). Poder reconocer y manipular los sonidos que componen las palabras va a ser un elemento de gran ayuda para el aprendizaje lectoescritor.


Muchos problemas que se presentan durante el aprendizaje de la lectura y escritura se relacionan precisamente con una dificultad para reconocer y discriminar los sonidos de las palabras. Por eso es frecuente que algunos niños confundan letras, separen mal las palabras o "se coman" algunas letras o sílabas.

A continuación se proponen una serie de actividades y juegos que tienen como objetivo el prevenir y mejorar estas dificultades. Estas actividades están pensadas para realizarse tanto a nivel oral como escrito. Como material podemos utilizar los cuentos y libros de lectura que le gusten a nuestros hijos, pero también conviene trabajar sobre textos que podemos encontrar en nuestro entorno: publicidad, folletos, carteleras de cine...

El orden que conviene seguir es comenzar con actividades de palabra, continuar con la sílaba, y acabar finalmente con el fonema, ya que este último es el más difícil.

ACTIVIDADES A NIVEL DE PALABRA

  • Contar el número de palabras que se oyen o se leen en una frase o pequeño texto.
  • Identificar las palabras que se han perdido en un listado. Por ejemplo, leer una lista de palabras y repetirla suprimiendo algunas. Después preguntar “¿qué palabra se ha perdido?”
  • Ordenar palabras que se presentan de manera desordenada para formar una frase con sentido.
  • Recortar palabras del periódico y meterlas en una bolsa. Sacarlas de una en una y pegarlas en un folio para formar una "noticia loca" (sin sentido).

ACTIVIDADES A NIVEL DE SÍLABA

  • Contar el número de sílabas que tiene una palabra, ayudándonos de palmadas.
  • Una vez oída una palabra preguntar cómo sonaría si le quitásemos una de las sílabas (Si a “zapato” le quitamos “za”, ¿qué palabra queda?)
  • Sustituir una sílaba por otra.
  • Omitir una sílaba de una palabra para que adivinen de qué palabra se trata. ("mmmmmpato", ¿qué palabra crees que es?)

ACTIVIDADES A NIVEL DE FONEMA

  • Señalar palabras que comienzan por una determinada letra (Palabras que empiezan por SSSSSSS). Es recomendable decir el sonido de la letra y no su nombre.
  • Reconocer y aprender rimas.
  • A partir de una lista de palabras, decir cuál es la que no rima.
  • Sustituir un sonido de una palabra por otro para crear una nueva palabra (“Si en la palabra sol, en vez de /s/ dices /k/, ¿cuál sería la nueva palabra?”)
  • Repetir oralmente y escribir al dictado palabras inventadas (cotuleto, malosipo...).
Si disponemos de un ordenador, podemos practicar estas actividades utilizando el procesador de textos. Es una herramienta excelente.

Con algunos juegos tradicionales de lenguaje oral también se desarrolla la conciencia de los sonidos:

DE LA HABANA HA VENIDO UN BARCO CARGADO DE…
El primer jugador dice, por ejemplo “De la Habana ha venido un barco cargado de PATATAS” y a continuación hay que ir diciendo palabras que comiencen por PA, PE, PI, PO y PU.

VEO-VEO
El primer jugador dice “Veo-Veo”, el otro responde “¿Qué ves?”. El primer jugador responde: “Una cosita que empieza por MA-“. Hay que averiguar de qué objeto se trata, diciendo palabras que empiecen por esa sílaba. (Cuando el niño ya domine las sílabas se puede realizar utilizando letras, por ejemplo: “Empieza por L-“).

PALABRAS ENCADENADAS:
El primer jugador dice una palabra, por ejemplo PLANTA. El otro jugador debe decir una palabra que comience por la sílaba final de la palabra dicha (en este caso, por TA, como TAZA) y así sucesivamente: ZAPATO, TOMATE….

lunes, 6 de octubre de 2008

CÓMO LOGRAR UNA AUTORIDAD POSITIVA



La autoridad a la hora de educar a los hijos es básica, pero es importante no confundir autoridad con autoritarismo. Es necesario que el niñ@ tenga unos límites claros que le indiquen lo que está bien de lo que está mal.
A continuación se describen una serie de actuaciones que deberían evitarse y que nos pueden hacer reflexionar para ayudar a crecer a nuestros hij@s:
-La permisividad. Los niños necesitan referentes y límites para crecer seguros y felices.
-Ceder después de decir no. Una vez que se ha decidido actuar, la primera regla de oro a respetar es la del “no”. Cuando vayáis a decir “no” a vuestros hij@s pensároslos bien antes de dar marcha atrás.
-El autoritarismo. Es tan negativo como la excesiva permisividad, intentar que el niñ@ haga todo lo que los padres quieren, evitando que formen su propia personalidad.
-Falta de coherencia. Las reacciones del padre y/o madre han de ser siempre dentro de una misma línea ante los mismos hechos. Del mismo modo es fundamental la coherencia entre el padre y la madre.


-Gritar y perder lo estribos. Supone un abuso de la fuerza que conlleva a un deterioro de la autoestima para el niño. Además puede llegar a acostumbrarse y cada vez hará menos caso a los gritos.
-No cumplir las promesas ni las posibles consecuencias negativas de una conducta incorrecta. Las promesas y posible retirada de refuerzos positivos deben ser realistas, es decir, fáciles de aplicar para su cumplimiento.
-No negociar. Implica rigidez e inflexibilidad.
-No escuchar. Muchos padres se quejan de que sus hij@s no les escuchan, hay que pararse a escuchar aquellas cosas que nos cuentan nuestros hij@s.
Una vez mencionados los aspectos que deberían evitarse, se enuncian las actuaciones concretas y positivas que ayudarán a tener una autoridad positiva ante los hij@s:
-Tener unos objetivos claros de lo que pretendemos cuando educamos. Estos objetivos deben ser compartidos por ambos padres, de tal manera que los dos se sientan comprometidos con el fin que persiguen.
-Enseñar con claridad cosas concretas. Al niño no le vale decir “sé bueno”, “pórtate bien”, estas instrucciones generales no le dicen nada, hay que darle con cariño instrucciones concretas.


-Dar tiempo de aprendizaje. Una vez hemos dado las instrucciones sobre cómo hacer una cosa de manera clara y concreta, las primeras veces que se ponen en práctica, el niñ@ necesita atención y apoyo y si es necesario mediante ayudas verbales y físicas.
-Valorar siempre sus esfuerzos y sus intentos por mejorar.
-Actuar como modelos para los niños. Un padre/madre no puede pedir a su hij@ que haga la cama si él/ella no la hace nunca.
-Confiar en los hij@s. La autoridad positiva supone que el niñ@ tenga confianza en los padres.
-Actuar y huir de los discursos. Una vez que el niñ@ ya sabe lo que ha de hacer, y no lo hace, hay que actuar consecuentemente.
-Reconocer los propios errores. Da seguridad y tranquilidad al niñ@ y anima a tomar decisiones aunque se pueda equivocar, porque del error puede haber un aprendizaje.
Todas estas recomendaciones pueden ser muy válidas para lograr una autoridad positiva, sin olvidar dos pilares fundamentales en cualquier relación humana e imprescindible en la relación con los hij@s: amor y sentido común.

jueves, 10 de abril de 2008

Paso al Instituto

¿CÓMO AYUDAR A LOS HIJOS EN EL PASO A LA ESO?
INTRODUCCIÓN

El curso escolar está próximo a terminarse y llega un momento decisivo para los alumnos/as de 6º: el paso al Instituto. Esta nueva etapa no sólo afecta a los escolares, sino también a sus familias que lo viven con un cierto grado de incertidumbre y desconcierto ante lo que implica: cambio de centro, cambio de etapa educativa, cambios que la adolescencia empieza a marcar en sus hijos/as…Como padres debemos abordar esta situación con paciencia y serenidad, aprovechando esta situación de cambio para introducir los elementos correctores que permitan mejorar el rendimiento, el comportamiento y las actitudes conseguidos hasta ahora.
¿Qué podemos hacer?
Lo primero es CONOCER que en esta etapa de la vida de nuestros hijos se están viviendo una serie de cambios (físicos, psicológicos, sociales, afectivos, emocionales) que van a condicionar su vida futura, que se conoce como ADOLESCENCIA y que a nivel psicológico se caracteriza por:
1. Búsqueda de identidad: empiezan a definir quiénes son y quiénes quieren ser, por lo que necesitan progresivamente mayor independencia para diferenciarse de los demás. Buscan autoafirmarse y convencerse de que lo que hacen está bien.
2. Tienen un gran sentido del ridículo por lo que son muy sensibles a las criticas, más sin son en público
3. Se da un desbordamiento afectivo, consecuencia de la inestabilidad emocional que les hace pasar de estados de tristeza a estados de euforia sin motivos aparentes. Esta es la razón de hacer las cosas cuando “me apetece”.
4. Se busca el apoyo y el consuelo en los amigos, comienzan las amistades mas intimas. La influencia de los iguales/ pandilla sobre la familia es superior en cuestiones relacionadas con el presente.
5. Necesidad de aprobación, reconocimiento y aceptación: necesitan ante todo saber que se los quiere por como son, sin condiciones, y que se reconoce y se aprueba lo que hacen bien.
6. Surgen momentos de rebelión, en los que se incumplen las normas y límites, provocando frecuentes enfrentamientos y oposición a los adultos
7. A su vez van a ir exigiendo mayor libertad en lo que respecta a su vida: al vestir, horarios, amistades…
8. Surgen nuevos intereses (ocio, amigos) difíciles de compatibilizar con el estudio.
Lo segundo será FAVORECER la autonomía y el respeto a su individualidad y su intimidad, pero sin descuidar el establecimiento y mantenimiento de NORMAS CONSENSUADAS, acordadas entre todos. Dar progresivamente más autonomía, buscar aspectos de su vida o de la vida familiar sobre los que puedan decidir. Aceptar sus errores, y ante el acierto alabar, ante el fracaso animar.
Desde luego no debemos cruzarnos de brazos y esperar a que pase el chaparrón: hay que INTERVENIR e IMPLICARSE, ACOMPAÑÁNDOLES en este proceso que también es difícil y duro para ello. Para ello resulta fundamental la COMUNICACIÓN, saber escucharles y lograr que nos escuchen , y ante las diferencias de opinión y criterios, OFRECER posibilidades y negociar.

RESULTA FUNDAMENTAL:
Siguen necesitando control y límites (horarios, estudio, amistades, ocio, conducta)
Libertad y responsabilidad van unidas: a más responsabilidad, más libertad.
Mantener una relación cálida pero exigente: dar afecto y cariño, pero también educar en el esfuerzo, responsabilidad y respeto a normas y personas.

¿Qué supone el paso a la ESO?
CAMBIOS EN:
- Compañeros.
- Profesores.
- Horarios.
- Sistemas de trabajo.
La Educación Secundaria Obligatoria se caracteriza por:
Ser obligatoria hasta los 16 años. Consta de 4 cursos
Se obtiene el título de Graduado en ESO, con el que se puede acceder al Bachillerato y a los Ciclos Formativos de Grado Medio.
Mayor número de asignaturas. Por ejemplo en 1º: Ciencias de la naturaleza. Educación Física. Ciencias Sociales, Geografía e Historia. Lengua Castellana y Literatura. Lengua extranjera. Matemáticas. Educación Plástica y Visual. Música. Tecnologías. Ed. Para la Ciudadanía. Tutoría. (Optativas)
Se repetirá curso con 3 o más suspensos. sólo 1 vez cada curso y dos veces máximo en la etapa.
Implicar mayor dificultad: el trabajo es más intenso; mayor peso de los exámenes frente al trabajo diario; más profesorado, más exigencia.
El Instituto permite mayor libertad: más facilidad de movimiento, alejamiento del domicilio familiar, menor control de la familia.
Prácticas y estrategias de los padres para facilitar el cambio
Participe en la vida escolar.
Defina claramente las normas y expectativas en cuestiones escolares.
Infórmese sobre el Instituto.
Ayude a su hijo a organizarse y elaborar un horario de estudio diario, por las tardes.
Mantenga un ambiente de estudio (tranquilo, con materiales y recursos).
Valore la educación y los hábitos.
Acuda a los actos del centro.
Conozca /confíe en los profesores/as.
Tenga expectativas de éxito sobre el estudio.
Transmita la importancia de estudiar para el futuro.

CONCLUSIÓN
Es imposible garantizar que un adolescente concreto llegará a ser un adulto maduro, responsable y capaz.

La influencia de los padres es mucho mayor de lo que se cree.
(A pesar de episodios frustrantes y al límite de la paciencia manténgase al tanto de su hijo, pues nadie lo va a hacer por usted)
ANTE TODO…
No deje pasar la oportunidad de disfrutar de una etapa esencial en el crecimiento de su hijo o hija.

miércoles, 20 de febrero de 2008

GUIA DE ENRIQUECIMIENTO DEL LENGUAJE FAMILIAR

Comunicarnos con nuestros hijos a cualquier edad, dinamiza su evolución global como personas y los acerca a nuestra manera de entender y actuar en la sociedad. Adoptar un estilo comunicativo en la familia estimula la producción del lenguaje y prepara al niño para posteriores aprendizajes escolares.
Los momentos de interacción padre/madre-niño/a con un interés compartido por un mismo tema, son fundamentales para estimular el lenguaje. Saber esperar y reaccionar, en definitiva, adaptarnos a sus iniciativas y expresiones tanto verbales como no verbales.

ESTRATEGIAS GENERALES
Mirar al niño atentamente; situarnos lo más cercanos a él con actitud de escucha e interés.
Respetar los turnos y saber esperar; dar tiempo para contestar, no responder por él, no anticiparnos al turno del niño.
No cambiar de tema constantemente y elegir temas apropiados.
Elegir momentos en los que el niño esté motivado.
No infantilizar el lenguaje adulto.
Esforzarse en comprender sus emisiones verbales y no verbales, para evitar el desánimo comunicativo.
Entrar en el mundo del niño, en sus gustos y preferencias, respetando su iniciativa.
Al principio, interpretar y dar significado a las acciones o señales no verbales, como mirar un objeto y sonreír demuestra agrado, alargar la mano indica petición.
Evitar el uso de preguntas cerradas, de respuesta si/no; realizar preguntas abiertas que permiten más expresión lingüística.
Procurar un entorno rico y accesible a nivel estimular: juguetes atractivos, muñecos que le permitan representar sus acciones diarias, cuentos, lapiceros...
Dar oportunidad al niño de elegir o rechazar objetos o acciones.
Dar exclusividad al momento de comunicación, sin prisas, con dedicación y ánimo, demostrando al niño la aceptación y orgullo que sentimos al estar con él.

ESTRATEGIAS ESPECÍFICAS
-Repetición: repetir lo que el niño dice; mantiene el diálogo y demuestra comprensión, pero no conviene abusar, pues enriquece poco el lenguaje.
-Corrección: corregir enunciados o palabras explícitamente; no abusar, desanima al emisor pues corta su iniciativa.
-Expansión: ampliar la palabra o frase, manteniendo el significado; es importante para entender que nos dice, y enseñar construcciones verbales.
-Demanda de información: preguntar información concreta sobre colores, formas, nombres..., no abusar, pues no mejora las construcciones verbales al no ir más allá de aquello que ya sabe el niño.
-Información-corrección: repetir lo que dice el niño, corregido y expandido, demuestra comprensión e interés, y enriquece lenguaje.
-Completar: el adulto elabora frases sencillas y el niño completa con nombres o acciones.

ACTIVIDADES PRÁCTICAS
EJERCICIOS BUCALES:
Mover los labios: hacer sonidos, besar, apretar, soplar, vibrar, silbar...
Mover la lengua: sacar, meter, mover, doblar, hacer sonidos...
Mover mandíbula: abrir la boca, masticar, morder haciendo ruido...
EJERCICIOS ARTICULATORIOS:
Potenciar la onomatopeya. Reproducir sonidos de animales u objetos conocidos por el niño.
Mirar en el espejo las diferentes caras que ponemos al pronunciar palabras. Jugar a alargar el final de las palabras.
JUEGOS SIMBÓLICOS:
Reproducir acciones habituales y representarlas con muñecos u otros objetos. Ejemplos: Cocinar y preparar la comida, tomar café, ir a comprar, ser médicos, peluqueros, ser padres o madres, etc...
HÁBITOS DIARIOS:
Hablarle: explicarle las cosas que hacemos cuando estamos con él: cuando lo levantamos, cuando le damos el desayuno, mientras lo vestimos, mientras preparamos la comida, etc... Mientras realizamos las actividades diarias, jugamos a completar o terminar palabras y frases para que aumente su vocabulario. Ir nombrando las acciones más importantes del día.
Lectura de cuentos apropiados a la edad: sentarnos con el niño y enseñarle las imágenes del cuento, primero para que las señale, más adelante que las nombre y localice, para pasar luego a su explicación.

miércoles, 30 de enero de 2008

Sugerencias para el cuidado de los hijos IV

5. Mantengamos una disciplina correcta:
No tengáis miedo a corregir. Los padres somos la autoridad.
Hay que dejar las reglas muy claras, centrándonos más en lo que el niñ@ puede hacer que en la prohibición. Evitemos los castigos siempre que podamos (deberán ser la última alternativa). Cuando haya que castigar, deberán ser inmediatos y tener la consecuencia natural a la falta cometida. Previamente hay que dar a conocer a nuestros hijos las consecuencias que siguen al incumplimiento de una norma.
Los puntos básicos de disciplina no son negociables. Si ya se ha establecido que no se permite determinada conducta, evitad hacer excepciones, puesto que si nosotros mismos estamos infringiendo nuestras propias reglas, crearemos confusión y da pie a la desobediencia.
Demos las indicaciones con exactitud y respeto, pero con voz firme, mirando directamente a los ojos del niñ@, en lugar de gritarle.
Tenemos que mostrar una consistencia en nuestra forma de educar. Hay que evitar el error frecuente de: “estoy de buen humor, lo tolero o permito; cuando mi humor está alterado, riño, castigo y me enfado porque me desobedece”.
Cuando pidamos algo a nuestro hij@, debemos hacerlo con respeto y ser muy claro cuándo se tiene que llevar a cabo nuestra petición. Si es de inmediato, indicárselo en vez de estar repitiendo la orden varias veces: uno aviso, dos ejecución.
Muy importante: debemos hacer un esfuerzo por evitar los golpes (azotes, cachetes), insultos, gritos, empujones, etc y sustituirlo por el diálogo y la comunicación.
Los premios o recompensas deben ir más hacia la estima del niñ@ (alabarle, recordarle lo que ha hecho bien) y el reconocimiento de su esfuerzo, que gratificarlo con golosinas o con regalos.
No debemos criticar a la autoridad: pareja, profesores, abuelos, etc. Cada vez que uno lo hace aunque sea un simple comentario, se descalifica a la autoridad en general y les estamos enseñando a hacerlo.

Sugerencias para el cuidado de los hijos III

3. En los temas escolares:
El colegio es la primera ocupación de los niñ@s y se debe fomentar que cumplan con ella con responsabilidad. Es muy importante asignar un lugar (mesa, iluminación) y horario fijo para estudiar y hacer los deberes.
Procuremos que siempre se tenga el material escolar básico para hacer las tareas: lápices, pinturas, goma de borrar, pegamento, tijeras, regla, estuche, folios, diccionario y libros de consulta.
Nosotros también debemos mostrar una actitud positiva ante las tareas escolares. A veces ya desde cómo se le pide que estudie implica una actitud negativa a dicha actividad. Evitemos los comentarios negativos sobre el colegio, el profesorado, los deberes, pues nuestros hijos captan esa negatividad y la asumen como propia.
4. Para la vida familiar:
Evitemos hacer comparaciones entre herman@s. Cada niñ@ es único y tiene sus propias cualidades y deficiencias. Ayudarlo a que se compare consigo mismo y se dé cuenta de su propio progreso.
Sería conveniente hacer por lo menos una comida en familia diario, creando un momento de diálogo y comunicación entre todos los miembros.
Tratemos de fomentar la convivencia familiar lo más que se pueda entre semana y dedicar los fines de semana a hacer actividades que involucren a todos (salidas, excursiones, compras).

Sugerencias para el cuidado de los hijos II

2. No descuidemos la parte afectiva:
Siempre es mejor empezar el día con una sonrisa y un beso o alguna caricia, un “te quiero” que crear un clima de tensión desde la mañana: evitemos los gritos, regaños, prisas.
Antes de acostarse debemos ayudar a nuestros hijos a liberar las tensiones acumuladas durante el día. Por ello se aconseja hacer un sencillo ejercicio de relajación (por ejemplo, una serie de 6-8 respiraciones profundas).
Tengamos en cuenta que nuestros hijos necesitan jugar, el juego del niñ@ es fundamental para su adecuado desarrollo. Si queremos que deje de jugar, démosle indicaciones claras que le permitan terminar lo que está haciendo. “Por favor ve terminando y recogiendo tus cosas, pues en 10 minutos cenamos”.
Los niñ@s deben tener tiempo para jugar de manera que muevan su cuerpo, utilicen su imaginación y desarrollen su creatividad. Cuanta más televisión vean, menos oportunidades tendrán para pensar y hacer cosas que les permitan aprender
Reconozcamos cada día el esfuerzo que hace el niñ@. Si no logra el objetivo deseado en cualquier ámbito de su vida (escolar, social, deportivo), animarle y ayudarle a que lo siga intentando las veces que sean necesarias hasta que lo logre. Con esto evitaremos que su autoestima se vea perjudicada.
Para reforzar su autoestima es conveniente fijar una meta concreta y realista con el niñ@ todos los días. Esto le ayudará a darse cuenta de sus logros y lo motivará a seguir progresando.
Alentar más al niñ@ en lugar de descalificarlo. Fijarse en lo que ha logrado, por mínimo que sea e invitarlo a que haga lo demás igual.
Tengamos expectativas de éxito sobre nuestros hijos: si de partida pensamos que no va a lograr algo, así será. Si les enseñamos a dar pequeños pasos con base en lo que van dominando, lograrán la meta que se propongan. Tratemos de motivar para el éxito (“lo vas a lograr”) en lugar de utilizar la amenaza o centrarse en el fracaso.
Resaltemos los aciertos del niñ@, en lugar de señalar lo negativo constantemente. Si el niñ@ ve pocos resultados, cada vez se esforzará menos. Si se le reconoce que algo lo hizo bien, intentará mejorar.
Debemos enseñarles y ayudarles a tomar decisiones por sí mismos: proponer dos o tres opciones que le permitan libertad de elección al mismo nivel (ir al cine, al teatro o al museo). Si mamá le dice: “pero yo prefiero que...”, ya no le está enseñando a elegir, sino está eligiendo por él.
Cuando nuestro hij@ está alterad@, hay que ayudarle a que reconozca su sentimiento, identifique de dónde proviene y cómo reconducirlo de forma correcta (hablándolo con alguien, desahogándose, riendo, etc)